Se suponía que sería sólo una emboscada promedio. Mi compañero y yo le echaríamos un vistazo a la tienda de café y a Laurel Wilkins, el último blanco del esquema del estafador Trevor Dean de conocer a mujeres online y sacarles su dinero -y todo lo demás. Así que fui adentro para conseguir una mejor vista. Así que ella terminó siendo magnífica con un cuerpo que me hizo olvidar temporalmente como ordenar café. Así que ella sabía mi nombre –Russ Evans- y me abrazó como si fuéramos más que amigos. Así que... ¿qué está pasando?
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